domingo, 26 de septiembre de 2010

Viviendo Dhaka

En mi tercer día en Dhaka, hacemos la primera visita a otra zona de esta capital, el museo, la universidad, otra parte de esta ciudad impresionante. Pasamos el día entre momentos, muchas miradas de curiosidad, de asombro, muchas sonrisas, una invitación a tomar algo, una comida a precio de turista, visita a un ceremonia hindú, y muchas conversaciones, la mayoría sobre fútbol... Pero resalto unas palabras, en una conversación de un chico que hemos conocido y que criticaba el modelo de desarrollo americano ya que se guiaban sólo por la mente, mientras que aquí impera la espiritualidad, se desarrollan en igual medida tanto la mente, como las manos y el corazón, necesitando esta armonía entre las partes. Porque, siempre en sus palabras, Bangladesh es un país muy pobre, pero aquí no existe ni enfermedades mentales, ni suicidios, ni desempleo… Muchas cosas que se pueden decir, pero creo que es mejor callar y pensar.

Hoy domingo vuelta a la rutina del despacho, todavía estoy intentando empaparme de todo, creo que empiezo a entender lo que mucha gente me decía con respecto a Dhaka, esos sentimientos enfrentados con ganas de salir corriendo lejos de aquí y a la vez esa ilusión por adentrarme un poco más, por conocer mejor a la gente, por intentar entender algunos de los sonidos de este lenguaje... El otro día escribieron mi nombre en la pizarra del despacho en Bangla, mi giro, lo miro, pero por ahora siguen siendo sólo dibujos.

Las horas se escurren en un reloj, llevo aquí apenas una semana, al otro lado del despacho Miguel y Nello tosen al unísono, que enfermedad más poco exótica la nuestra, un bonito resfriado… Nunca me gustó el aire acondicionado.


Os regalo un vídeo sobre los Rikshawala, conductores de Rikshas:


jueves, 23 de septiembre de 2010

Primeras impresiones de Dhaka

¿Cuál sería el antónimo de tranquilidad? Palabra que pretendo no tenga ninguna connotación negativa… Yo no sé la respuesta pero si la hubiera ese sería el adjetivo que se adapta más a esta ciudad. Algunos conceptos pueden dejar claro el sentido, como son:

  • · Movimiento, con personas que caminan de un lado para otro, con coches, bicis, rikshaws, Cng, autobuses y demás medios de locomoción.
  • · Ruido, una mezcla de sonidos de la más variada naturaleza: humana, animal, pero sobre todo muchos pitidos, timbres…
  • · Sentidos: Una mezcla de colores y olores, cada cual más intenso que el otro.

Nuestra casa está muy bien, de vez en cuando se nos va la luz y tenemos pocos muebles, pero por lo demás es perfecta. En cuanto a mi trabajo aquí, debo confesar que todavía no he empezado a trabajar estoy leyendo y metiéndome un poco en lo que se hace, mientras que mis compis Miguel y Nello, que llevan algo más de tiempo por estas tierras, me brindan sus apreciaciones sobre la ciudad y sus gentes…

Sólo un par de días aquí y puedo afirmar que Dhaka es una ciudad que no pasa desapercibida

domingo, 19 de septiembre de 2010

Doy por vivido todo lo soñado y despierta yo e voy…

Mañana empieza una nueva ruta en mi viaje y mientras preparo la maleta, voy cantando bajo la luz de la luna a ritmo de tango y rumba…

It’s gonna be a long walk… I a vegades una tonteria de sobte ens indica que ens en sortim… Eu prefiro ser essa metamorfose ambulante… Camins vora les estrelles, camins que arà ni hi són… Lascia la porta aperta a tutti i viaggiatori. Perché i sentieri giusti vanno persorsi insieme. E alla meta arriviamo cantando o non arriva nessuno… Yo voy despierta y no tengo sueño… Well, my friends the time has come… All night long…


Un abrazo aliñado con un corto de Rodrigo Cortés y una poesía de José Antonio Labordeta

15 minutos http://www.youtube.com/watch?v=bSLga82HWag

Hablo, por hablar... Jose Antonio Labordeta

Hablo, por hablar,
hoy que está desierto el mar
y una paz agreste invade
estas turolenses llamaradas
de fuego y de dolor.

Hablo del día a día que sucede,
de las tardes que adiós nos despedimos,
de los hijos que llegan,
de las tierras que acogen nuestros cuerpos
y de todo aquello
que va formando, al fin, nuestra figura.

Del paso indefinido
hablo también

y hablo, para quedar en paz con mi conciencia,
del tiempo jamás recuperado,
huido entre sonrisas, adioses y lágrimas,
que nadie reservó para el otoño.

Hablo del campesino y de su hondura,
del herrero que fragua su tristeza,
del minero que invade las entrañas,
del poeta que, a solas, agoniza.
Hablo de mi mujer y su esperanza.

Y hablo de este pequeño dios
que ha entrado en casa,
después de tantos días esperado.

Hablo y hablo
y nunca sé por qué guardar silencio.

martes, 14 de septiembre de 2010

Próximo destino Bangladesh

Cuando queda menos de una semana para irme algunos hechos extraños empiezan a manifestarse: los días parecen más cortos, las tareas se acumulan, las despedidas se hacen inevitables… Son los frutos incontrolables vinculados al hecho de emprender un nuevo viaje.

La actualidad engloban en una misma página a Nadal con su recién estrenado Gran Slam, Cuba y el conflicto Israel-Palestina, submarinos que se venden, la despedida de Alborch… Mi mente no se concentra, sigo coleccionando casualidades y sentimientos contrapuestos. Creo que ahora empiezo a asimilar lo que significa y así lo siento, miedo y a la vez emoción, con una pizca de locura envuelta en tranquilidad y una vez más empezando a restar horas para un nuevo destino, un nuevo sueño.